Los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 y la SERHS: el camino que hicimos juntos

Curiosidades de una aventura olímpica compartida

 

Los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 suponían un gran reto para todas aquellas empresas e instituciones implicadas. El éxito de Barcelona’92 fue mayúsculo porque, después de más de un cuarto de siglo desde su celebración, se sigue considerando una de las mejores convocatorias olímpicas de la historia. Pero, ¿sabías que SERHS formó parte de esta legendaria e icónica convocatoria deportiva? En nuestra Paseo por la historia de este mes de septiembre, te explicamos como la SERHS contribuyó al buen funcionamiento de uno de los montajes más especiales y simbólicos de unos Juegos Olímpicos: el del recorrido de la Antorcha Olímpica de Barcelona’92.

 

Y es que la Cocina SERHS formó parte de la comitiva que acompañó a la Antorcha a lo largo de 42 etapas y más de 6.000 kilómetros de geografía española y catalana, con destino final en Barcelona, ​​como empresa responsable del avituallamiento. Durante todo el camino, el fuego olímpico fue acompañado de una larga caravana con más de 60 vehículos y más de 160 personas entre organizadores, periodistas y cuerpos de seguridad, de entre un largo etcétera de participantes de la marcha. El fuego debía llegar a buen puerto para quemar, durante los 15 días de Juegos, desde el pebetero del Estadio Olímpico Lluís Companys de la capital catalana.

 

Barcelona 92 y la cocina de SERHS

 

Pero, ¿en qué consistió el servicio de avituallamiento y cómo se pudo llevar a cabo?

El avituallamiento de la ‘compañía de la Antorcha’ consistía de tres servicios al día. El primero de los servicios era a media mañana y constaba de un picnic; el mismo servicio que se servía a media tarde. Y, a mediodía, era cuando los comensales disfrutaban del menú que Cocina SERHS había preparado para la comida central de día.

La organización no fue fácil. Por ello, a fin de que el servicio fuera preciso, se desplegó una flota móvil que constaba de dos furgonetas, así como de un camión tráiler de 12 metros de largo, en el que se instaló una cámara frigorífica de 4 metros, un almacén de 1,45 metros, una zona de montaje y emplatado de 4 metros y un muelle de carga y descarga de 1,5 metros.

Las furgonetas se encargaban de los servicios de picnic y de suministros y compra de productos frescos in situ. De este modo, el camión se podía desplazar hasta el punto de la etapa previsto para la comida y tenerlo todo preparado a la hora de la llegada de la comitiva. La clave fue, entonces, la cocina al vacío, que venía para cambiar los conceptos tradicionales arraigados a la cultura alimentaria de la época.

 

La cocina de SERHS presente en los JJOO Barcelona 92

 

La tarea de SERHS con la ‘compañía de la Antorcha’ fue todo un éxito, a pesar de que el reto fue muy grande. En aquellos momentos, la cocina al vacío para la restauración colectiva era un proyecto para muchas empresas y SERHS, pionera en ámbitos como éste, ya lo había puesto en marcha. Hoy, por ejemplo, SERHS Food, la división de alimentación y restauración colectiva de SERHS, cuenta con una Cocina de Alto Rendimiento, única ‘en su especie’ y equipada con maquinaria de última generación y con la última tecnología de la industria alimentaria. De hecho, responde a los estándares más altos en seguridad alimentaria como pocas y está preparada para una gran versatilidad y flexibilidad que le permite cocinar todo tipo de recetas y formatos de presentación y conservación tales como el envasado al vacío, en ATM, pasteurizado, esterilizado y ultracongelado.

 

Y hasta aquí, nuestra Paseo por la historia de SERHS de este mes. El mes pasado, viajábamos a bordo del Harmony of the Seas, con la familia de SERHS y, el mes que viene, ya veremos hasta qué año nos teletransportamos. Nos acompañarás, ¿verdad?